Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande pudo alcanzarla.
¿Quién no ha soñado alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este era el deseo de los animales de este cuento. Solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una idea genial: “Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna”, le dijo al elefante.
Una historia de deseos que parecen -a primera vista- inalcanzables, pero que consiguen hacerse realidad gracias a la cooperación. Una ayuda mutua de la que son partícipes animales muy diversos: la tortuga, sobre la que se sostenía el mundo según la mitología; el elefante, la jirafa, el león, el zorro… Hasta, finalmente, el más pequeño de todos.
Aspectos destacados
Programa Nacional de Lectura de México (SEP)
Plan Nacional de Lectura de Portugal (PNL)
• Más de 500.000 ejemplares distribuidos desde su publicación en 1999.
• Un cuento que funciona muy bien con prelectores, ya que los colores tan contrastados y su estructura basada en la repetición y acumulación de personajes ayuda a que mantengan la atención durante toda la historia.
• Disponible en versión adaptada al sistema de pictogramas para lectores con necesidades de apoyo educativo (colección Makakiños de Kalandraka).
• Las ilustraciones destacan por su estilo sencillo y cálido, a lo que contribuye el soporte en el que están realizadas, en papel-couché.
• Contiene póster medidor.